José Luis Dader La inflación escenográfica de la Comunicación Política actual resulta coherente con el dominio cultural profundo de la ‘hipermodernidad’. Por ello, las experiencias ciberdemocráticas que aspiran a la utopía de una deliberación cívica generalizada tienen escaso potencial para convulsionar la degradada ‘democracia del espectáculo’. Y la Comunicación Política como disciplina tiene el reto de clarificar esas contradicciones, de la mano de la filosofía y ciencia políticas, en beneficio de una razonable recuperación de los valores democráticos. La Comunicación Política vive en la actualidad un acelerado proceso, no tanto de cambio, como de acentuación de las tendencias iniciadas en la ya prolongada “Era de la Televisión”. Pero no cabe olvidar tampoco algunas aplicaciones de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación que, sin apartarse del todo de lo que se ha dado en llamar “mediocracia” o “democracia visiva”, apuntan a minoritarios ejercicios de delibe
La comunicación y sus estéticas