Por Luis E. Farinango
@ELDIRCOMQ
La
crisis económica afecta a varios países de Europa donde los principales
acusados son los gobiernos y la banca privada. En este contexto la comunicación
debería jugar un papel fundamental para calmar la desesperación de la población
a través de información clara y precisa. Además las organizaciones dedicadas al
negocio económico deben plantear mecanismos para afrontar dicha crisis, una
solución que no sólo afecte a los más vulnerables como son los clientes. En contexto donde la banca se preocupa sólo de
las inversiones y las finanzas en desmedro de las personas responde a un claro
interés individual y egoísta.
Con una filosofía
y práctica empresarial de este tipo el rol de los comunicadores en las organizaciones
se ve muy lesionada, porque detrás de esa crisis existen verdaderos dramas y
dolores humanos que hay que solucionar o poner frente, dramas como: gente que
pierde sus departamentos y además quedan adeudados, préstamos que no se pueden
pagar por la escasez de empleo, falta de dinero circulante para dinamizar la
economía, etc. ¿Qué debe hacer un comunicador frente a este tipo de situaciones
donde la parte más importante de la organización está en serios problemas? La
verdad que la respuesta es muy complicada y sólo responde a su formación ética,
política y cultural. Creo que las
organizaciones bancarias carecen muchas veces de sentido común y hasta les hace
falta sensibilizarse a los problemas que ocurren con sus clientes, proveedores
o accionista frente a crisis de grandes magnitudes.
Cobrar
por cobrar créditos en beneficio de una imagen en el exterior para los
financistas internacionales no debe ser pretexto para olvidar la gente, que al
fin a cabo, son los precursores de la riqueza de los bancos. Los bancos, desde
mi perspectiva, en la actualidad son las peores instituciones en lo referente a
imagen corporativa, porque no se conoce hasta qué punto su discurso de sólido o
seguro (adjetivos muy comunes en la publicidad bancaria), sea garantía real para
respaldar los ahorros de los clientes.
Los bancos han demostrado ser organismos
mezquinos, poco solidarios, avaros, traicioneros; pero que por la necesidad de
su cobertura y facilidad para negocios mucha gente decide mantenerse con ellos.
Se utiliza el servicio bancario no por la filosofía empresarial sino porque la
necesidad lo obliga. La praxis de las
organizaciones bancarias debe ir más allá de la publicidad y devolver a la
sociedad la parte que le corresponde por permitir su desarrollo y riqueza. Sin
la plata de los clientes el banco no puede generar su riqueza.
Comentarios