Las estrategias de enseñanza siempre han estado en debate. Ahora de nuevo sale a luz esta controversia con la aparición de la tecnología de la Inteligencia Artificial (IA), sobre todo con la aparición del Chat GPT. Respecto a la IA existen voces optimistas que dicen que esta tecnología cambiará radicalmente el mundo en beneficio de los seres humanos. ¿Esto será así? ¿Realmente será una revolución? ¿Será que esta revolución beneficia todos?
Si la IA es tan potente como afirman las voces optimistas, la educación estará en graves problemas, ya no será necesario la presencia del maestro porque será la máquina quien contestará y dará respuesta a esas interrogantes.
Mi opinión considera que la IA provocará cambios, de eso no hay dudas, y será necesario ir adaptándose, así como ha ocurrido con toda la tecnología a través de la historia. De esta manera nos hemos ido adaptado la radio, la televisión, el teléfono móvil, las plataformas digitales y las redes sociales a la educación formal.
La IA obligará al replanteamiento de la educación memorística, propio de la sociedad industrial y que sigue vigente hasta ahora en nuestro contexto. Considero que la IA nos direccionará a la aplicación del conocimiento a una realidad específica donde exista un problema. La IA nos puede ofrecer contenidos escritos, gráficos, audiovisuales, etc., con ciertas características solicitadas, pero aquello pasarlo a la realidad donde viven personas ya es otro tema más complejo. Y justamente en esta última idea se debería trabajar. Vincular la IA para resolver problemas sociales.
La tecnología digital debe ser pensada de modo transversal, es decir, que te ayude a crear situaciones favorables para la resolución de problemas. En el marco de la IA las estrategias de educación más adecuadas a mi parecer son los aprendizajes basados en proyectos, aprendizajes cooperativos y los aprendizajes servicios. Es decir, una educación con IA que sirva para ayudar y cambiar el contexto y no una educación para memorizar y pasar exámenes. Con este tipo de estrategias de enseñanza la tecnología debe ser la mediadora para comprender de mejor manera realidad y plantear alternativas más acordes a las necesidades de las comunidades.
En este contexto, estoy seguro que la figura del docente va cambiar, pero no creo que desaparezca. Es decir, se necesita de gente profesional que sepa seleccionar, filtrar e interpretar la información y los dispositivos. Los niños y los jóvenes aprenden por imitación el uso de las plataformas, pero será el docente quien guie todas esas capacidades a la adquisición de competencias profesionales o aplicarlos a algún caso problemático de la realidad.
En el ámbito del marketing me parece que esto puede funcionar bastante bien, porque son otras condiciones, lógicas y necesidades. Mostrar, vender, distribuir y evaluar. La IA puede hacer este proceso de forma automática. Pero el mundo no solo existe la parte comercial, también existe la parte social, donde el ingreso a la tecnología de la IA puede ser de manera desigual. Por ahora se trata de un tema que está en boga y que ya en los años venideros se observará su real impacto.
Si la IA es tan potente como afirman las voces optimistas, la educación estará en graves problemas, ya no será necesario la presencia del maestro porque será la máquina quien contestará y dará respuesta a esas interrogantes.
Mi opinión considera que la IA provocará cambios, de eso no hay dudas, y será necesario ir adaptándose, así como ha ocurrido con toda la tecnología a través de la historia. De esta manera nos hemos ido adaptado la radio, la televisión, el teléfono móvil, las plataformas digitales y las redes sociales a la educación formal.
La IA obligará al replanteamiento de la educación memorística, propio de la sociedad industrial y que sigue vigente hasta ahora en nuestro contexto. Considero que la IA nos direccionará a la aplicación del conocimiento a una realidad específica donde exista un problema. La IA nos puede ofrecer contenidos escritos, gráficos, audiovisuales, etc., con ciertas características solicitadas, pero aquello pasarlo a la realidad donde viven personas ya es otro tema más complejo. Y justamente en esta última idea se debería trabajar. Vincular la IA para resolver problemas sociales.
La tecnología digital debe ser pensada de modo transversal, es decir, que te ayude a crear situaciones favorables para la resolución de problemas. En el marco de la IA las estrategias de educación más adecuadas a mi parecer son los aprendizajes basados en proyectos, aprendizajes cooperativos y los aprendizajes servicios. Es decir, una educación con IA que sirva para ayudar y cambiar el contexto y no una educación para memorizar y pasar exámenes. Con este tipo de estrategias de enseñanza la tecnología debe ser la mediadora para comprender de mejor manera realidad y plantear alternativas más acordes a las necesidades de las comunidades.
En este contexto, estoy seguro que la figura del docente va cambiar, pero no creo que desaparezca. Es decir, se necesita de gente profesional que sepa seleccionar, filtrar e interpretar la información y los dispositivos. Los niños y los jóvenes aprenden por imitación el uso de las plataformas, pero será el docente quien guie todas esas capacidades a la adquisición de competencias profesionales o aplicarlos a algún caso problemático de la realidad.
En el ámbito del marketing me parece que esto puede funcionar bastante bien, porque son otras condiciones, lógicas y necesidades. Mostrar, vender, distribuir y evaluar. La IA puede hacer este proceso de forma automática. Pero el mundo no solo existe la parte comercial, también existe la parte social, donde el ingreso a la tecnología de la IA puede ser de manera desigual. Por ahora se trata de un tema que está en boga y que ya en los años venideros se observará su real impacto.
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