Sinsentido del sentido
Por Luis E. Farinango C.
Que las cosas tengan sentido es
culpa de los seres humanos, al utilizar la razón se pensó otorgar límites y
armar fronteras para que un cosa sea llamado y entendido de la misma manera por
todos. Ese sentido duró una milésima de segundo, luego a cada de una de las
personas que hacían acto de presencia para dotar de sentido a la cosa le
invadieron sus recuerdos, esa cosa que la otra persona decía que se parecía a
algo no lo era, más bien era todo lo contrario.
Una persona no lo quiso escuchar
más, se marchó por un sendero diferente de la persona que propuso el sentido a
la cosa. El marcharse por caminos diferentes y por libre elección dotó a ambas
personas de colores que no se repetían entre ellos. Si él tenía azul, el otro
no lo poseía. El camino que al inicio separó a ambas personas se unió más
adelante. Llegaron al sitio donde el camino se volvió uno solo y, ahora, debían
transitar juntos.
El camino al fondo se divisaba
sin separación, empezaron a pelear sobre el color, tamaño y las formas; no
llegaron a un acuerdo, tanto discutieron que llegó un momento donde era
estúpido seguir. Cada uno siguió un camino que dotó de sentido su pensamiento y
emociones, y por más que ambas personas decidan recorrer el camino andado del
otro su sentido nunca será lo mismo, quizá la mente se abra pero el sentido
mutará aun más. Esto no puede tener
sentido alguno, lo sé; pero mi camino no es igual al tuyo.
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