Por: LEFC @ELDIRCOMQ
Con esta frase se puede comenzar el angustioso momento que vive la multinacional japonesa de automóviles TOYOTA al informar que los pedales de aceleración de ocho modelos de automóviles poseen problemas de aceleración repentina y frenado incontrolable.
Con esta frase se puede comenzar el angustioso momento que vive la multinacional japonesa de automóviles TOYOTA al informar que los pedales de aceleración de ocho modelos de automóviles poseen problemas de aceleración repentina y frenado incontrolable.
TOYOTA a causa de este problema detendrá la producción y venta de los ocho modelos que están bajo estricta observación. Y si es necesario están predispuestos a cambiar los pedales de aceleración a todo vehículo defectuoso de los modelos: AYGO, iQ ,Yaris, Auris, Verso, Corrolla, Avensis, y el RAV4.
"Este posible defecto puede estar causado por un desgaste en el mecanismo del pedal del acelerador. El progresivo uso combinado con ciertas condiciones climatológicas, pueden causar fricción en el mecanismo hasta incrementar intermitentemente el resultado del pedal del acelerador, volviéndose más duro cuando se presiona, más lento cuando retorna a su posición inicial o quedarse atascado parcialmente en una posición", concreta en una nota de prensa.
De la misma forma, PEUGEOT Y CITRÖEN llamarán a 97 mil vehículos por el mismo fallo, ya que la empresa francesa trabaja bajo la cooperación de la multinacional japonesa. Estos modelos son Citröen 1 y Peugeot 107.
La situación es grave, ya que en EE.UU. la producción se paralizó temporalmente, y esto desencadenará en un menor volumen de ventas y la empresa reducirá sus ganancias. Pero la actuación de los principales directivos de TOYOTA es acertada el anunciar al público la revisión de los pedales de los ocho modelos deficientes para la tranquilidad del público en general. Además, el anuncio de detener las ventas de los vehículos defectuosos es una noticia necesaria, pero que conlleva repercusiones financieras importantes en corto plazo. Los directivos estarán pensando, y estoy seguro de eso, que el costo financiero de hoy afrontado con credibilidad y responsabilidad será rentable en un futuro. Eso sí, bajo un majeo adecuado de la crisis.
Ahora, es deber de cada concesionaria de cada región y país aplicar las políticas que se anuncian por la gran directiva de TOYOTA y cumplir con las peticiones, consultas y reclamos de los clientes y generar un clima de tranquilidad y certidumbre. Sólo a través de trato cordial, respetuoso y sobre todo certero de las cosas que ocurren se podrá seguir contando con el cliente para futuras compras.
Las crisis enseñan a las empresas que los problemas que no se atienden a tiempo pueden generar grandes repercusiones financieras. No es aconsejable ocultar los posibles problemas de nuestros productos o servicios para evitar gastar, ya que siempre habrá gente que experimente el servicio o producto, y si en un principio resulto engañado no confiará jamás, y esta voz se irá multiplicando hasta llegar a afectar su bolsillo. Y precisamente es la confianza la característica primordial entre empresa-cliente. Sin confianza o recuperar la confianza es una tarea más complica y costosa de lo que ahorra haciendo productos o servicios de mala calidad.
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