Por: LEFC @ELDIRCOMQ
El capitalismo hace poco vivió una crisis que alcanzó a gran parte del mundo. Las consecuencias de esa crisis muchos países la sienten aun. Las economías más solidas como: EE.UU. y gran parte de Europa sufrieron una recesión económica lo que obligó a muchas empresas a cerrar sus puertas, y por ende, a dejar en el desempleo a miles personas.
El capitalismo hace poco vivió una crisis que alcanzó a gran parte del mundo. Las consecuencias de esa crisis muchos países la sienten aun. Las economías más solidas como: EE.UU. y gran parte de Europa sufrieron una recesión económica lo que obligó a muchas empresas a cerrar sus puertas, y por ende, a dejar en el desempleo a miles personas.
Esta crisis ha servido para reflexionar desde el ámbito académico, profesional, gubernamental, comercial, etc., sobre el manejo adecuado y responsable de las finanzas y los recursos humanos. Las razones por la que se originó la crisis del 2009-2010 es debate de economistas, lo que corresponde analizar desde la comunicación es sobre la responsabilidad de una manejo adecuado de la imagen de las empresas en la crisis y luego de ella.
El paradigma de empresa del siglo XX consideró a la parte financiera como el motor más importante dentro de la empresa. Es así que, en segundo plano quedaron los recursos humanos, identidad corporativa, cultura organizacional y la imagen institucional. La empresa evaluaba su gestión a partir de los indicadores financieros, si aquellos estaban bien; la empresa estaba bien. Pero este indicador de la empresa, en el mayor de los casos, tenía como antecedentes un mal trato a los trabajadores, irresponsabilidad en la producción, destrucción del ambiente y nula responsabilidad con las necesidades de la colectividad. Se trata de un paradigma mezquino, que en nuestro contexto se niegan a desaparecer.
En este nuevo siglo denominado “economía del conocimiento” las empresas deben cambiar su paradigma de pensamiento si quieren sobrevivir. El avance de la tecnología ha permitido que muchas empresas vean en las nuevas tecnologías un canal para promocionar sus productos y servicios, y muy pocas empresas han reflexionado sobre la Internet como una canal de comunicación para recibir sugerencias, quejas, demandas o entablar un diálogo sincero con sus clientes. En cambio, otras empresas ni siquiera aparecen en el ciberespacio, tal vez para mantenerse en el silencio.
En la actualidad las empresas están siendo observadas y evaluadas por diferentes grupos del gobierno y la sociedad civil que velan por el manejo responsable de sus recursos financieros, el trato digno de los trabajadores, el cuidado del medio ambiente y la participación en la solución de problemas de la comunidad. La comunidad de la “economía del conocimiento” sabe que la empresa adquiere su riqueza de la comunidad donde ella opera y parte de esa riqueza debe ser devuelta de alguna forma.
Las empresas deben humanizarse, es decir estar más cerca de los trabajadores y todos los públicos que se relacionan directamente con la empresa. Lalit M. Johri, miembro del Asian Institute of Tecnology de Bangkok (una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo) afirma que “una compañía no es tecnología o marketing, son personas, y si las apoyas mejorarán ellas y mejorará la empresa”, además añade “los directivos deben recuperar su esencia de persona, hablar con sus empleados, tratarlos de igual a igual. Una persona espiritualmente avanzado hará avanzar a la empresa, porque los empleados y los cargos medios tienden a imitar a sus superiores”.
A manera de conclusión, el manejo adecuado de la todos los elementos constitutivos de la empresa dará una imagen sólida de la empresa. La imagen no es solo lo iconográfico; sino la imagen de una empresa son sus acciones son sus públicos.
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